A lo largo del tiempo se ha visto como ha sido necesario un cambio y una adaptación a la manera de evaluar de los docentes. Si bien, antes estaba marcado que la evaluación sólo concebía real importancia a los resultados del proceso de aprendizaje, hoy en día se está luchando por incorporar definitivamente en los maestros la importancia del proceso y no así de los resultados. La reforma pretende que se produzca un cambio en la educación, mejorando la calidad y equidad en las escuelas, además de un cambio de actitud en los docentes, el cuál debe ser un guía que oriente a los alumnos con estrategias motivacionales que despierten el interés por aprender.
Concuerdo totalmente cuando se menciona en el texto que los docentes siguen entendiendo la evaluación como un suceso independiente del proceso enseñanza-aprendizaje, y que todavía no logran asumir como un proceso ligado sustancialmente al aprendizaje. ¿ Cómo adaptarlos al cambio ?, cuando en realidad, sí se piden resultados y no procesos, por ejemplo, las pruebas de selección a la educación superior y el SIMCE son pruebas que miden resultados, dictadas por personas pertenecientes al Ministerio que se encuentran detrás de un escritorio y sin ningún contacto con el aula, discriminando arbitrariamente los conocimientos que pueda adquirir el alumno. Es por esto, que existe conflicto entre investigadores y ejecutores de las innovadoras ideas de cambio. Porque está claro que hay una contradicción entre lo que se quiere en el aula con los resultados que se quieren lograr estando muy bien indicado que se produce un sistema de selección natural,la sobre vivencia de lo más fuertes.
Por otro lado, no podemos pasar por alto, que en el proceso evaluativo existen docentes que se han adaptado a los cambios y entienden que a diferencia de los años 60, la evaluación a estado referida a la construcción de conocimientos, teniendo un comportamiento especializado en función de un aprendizaje significativo y con sentido.
Es de esperar que como futuros docentes seamos capaces de incorporar una educación auténtica, dando responsabilidades a nuestros alumnos, que ellos logren su propio aprendizaje, a través, de conocimientos previos, motivación intrínseca, con pensamientos divergentes y ritmos de aprendizajes.
A su ves, cabe señalar que existen algunos principios que se deben mantener para continuar con una evaluación auténtica:
Continuidad y permanencia de la evaluación: Se debe mantener la idea de la importancia del proceso y no de los resultados, empleando técnicas innovadoras de evaluación que no sean sólo lápiz y papel, sino, disertaciones, pruebas orales, trabajos en grupos, etc.
Carácter retroalimentador del proceso evaluativo: Estar constantemente pendientes al progreso y carencias de nuestros alumnos, para saber cuando se necesita reforzar o profundizar.
Funciones de la evaluación en el proceso de aprendizaje
Propiedad consustancial del proceso evaluativo: Los alumnos deben aprender a saber cuanto han aprendido, por nuevos métodos de auto y coevaluación. siendo partícipes ambos en el proceso de aprendizaje, tanto profesor como alumno.
Utilización de nuevos procedimientos de evaluación: Aquí está el papel fundamental de los docentes, tener innovación al momento de enseñar, existen muchas maneras, por ej: con mapas conceptuales, realizar puzzles con conceptos claves de alguna materia en particular, un matemático puede darle vida a los números, etc.
Es de esperar que tengamos presentes estos principios y podamos mantener nuestras creencias de cambio, en lo personal me resulta difícil tomar un criterio objetivo al momento de evaluar, ¿Cómo saber si es realmente importante lo que quiero medir?, ¿Qué buco al momento de evaluar?.
Finalmente concluyo con estas palabras de de Paulo freire, porque a mi parecer antes de aprender a evaluar, debemos tener claro que es realmente enseñar.
1. Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho
2. Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado
3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos
4. Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo
5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando
6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad
7. Enseñar exige saber escuchar
8. Nadie es, si se prohíbe que otros sean
9. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión
Paulo Freire.
1 comentario:
Estimada Angélica
Concuerdo plenamente contigo en que gran parte de los docentes sigue entendiendo a la evaluación como un suceso y no como un proceso inherente al aprendizaje de los alumnos (as).
Asimismo, concuerdo en que estamos frente a una realidad contradictoria, puesto que el discurso teórico nos incita a llevar a cabo una evaluación auténtica, pero la realidad país nos exige resultados con la ejecución de pruebas como el SIMCE y PSU. Pero no por eso, como futuros docentes, debemos caer en el apego a la tradición, dado que es el aprendizaje de nuestros alumnos el que está en juego.
Por otro lado, es acertada tu reflexión en torno a la importancia de los conocimientos previos a la hora de evaluar, puesto que así el aprendizaje es mucho más significativo para el alumno.
Muy buen comentario, sólo pon en práctica tu discurso y recuerda que…
…No serás una verdadera profesora, si no permites que tus alumnos se desarrollen tal cual son…
Paulo Freire
Tu nota es: 90
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